no sé cómo me encontraste.
Ni siquiera sé si quiera saberlo.
A veces partes y no sé a dónde,
espero ansiosa tu llegada,
espero como se espera a que escampe,
a que pasa la tormenta.
Y no me entiendo.
Puedes ir y venir
así como llegaste,
te vas, eres la ola del mar
y el río que fluye.
Eres quien aparece
desaparece
de la nada.
Pero quiero retenerte.
¿Por qué entonces, para qué has venido?
Eres casi tormento, casi bendición.
Eres lo que no está, pero pertenece a todo.
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