viernes

Laura

Escribir es agradecer
¿Justo ahora?, me preguntas.
Sí, ahora es cuando siento este deseo
de dejarme ir
de caer
de aceptar
de no retener.

Gracias porque te ves siendo,
por compartirme sabiduría y
porque no estás incompleta
desarmada
loca

porque te abrazas,
sueltas lo que hay que soltar
dejas morir lo que tiene que morir

Mujer salvaje
instintiva
guerrera
fuerte
sabia
infinita

Que de ti es el mundo
el mundo está en ti

Que eres amor del bueno
del sabroso,
del "aquí estoy"
del violeta


Eres como el mar
inmenso
rebelde
calma para algunos
muerte para otros

Que eres aprendiendo
enseñando
leyendo
escribiendo

Gracias por no verme como un rompecabezas
porque no estoy regada
desarmada
incompleta
rota.

No estoy atando cabos
ni sosteniendo lo insostenible
no
no

Yo soy, yo estoy.
Tú eres, tú estás.

Te quiero, de aquí hasta el presente.





Siempre

Siempre le hace falta sal a mi comida.
Siempre tengo los pies demasiado fríos.
Siempre tengo sed de risas.
Siempre me crece algún problema entre las manos.
Siempre las canciones me duran demasiado poco
y los poemas siempre me quedan demasiado estrechos.
Siempre se me cae algo de los ojos
y de la lengua.
Siempre me tiemblan las manos a destiempo.
Siempre vuelvo a tu nombre.
Siempre me escabullo de las consecuencias
y voy a dar a esa casa tuya que está justo
doblando por las ruinas de un amor que ya olvidaste
y justo al frente de tu sonrisa.
Siempre me duele algo por dentro.
Siempre me deshago en los berrinches.
Siempre se me olvida guardar la última vez que nos vimos
y sonrío.
Siempre he sido admiradora de los “para siempre”
Siempre he soñado en construir uno
Siempre me he equivocado de sujeto
y confundo los objetos
Siempre olvido arrojarme al vacío
y termino en el abismo que está debajo de las sábanas.
Siempre se me olvida lo que me dijiste de los siempre:
No existen más que en la medida en que existas
después de ti
ya no hay para siempres.


Escrito en 2016.