viernes

Siempre

Siempre le hace falta sal a mi comida.
Siempre tengo los pies demasiado fríos.
Siempre tengo sed de risas.
Siempre me crece algún problema entre las manos.
Siempre las canciones me duran demasiado poco
y los poemas siempre me quedan demasiado estrechos.
Siempre se me cae algo de los ojos
y de la lengua.
Siempre me tiemblan las manos a destiempo.
Siempre vuelvo a tu nombre.
Siempre me escabullo de las consecuencias
y voy a dar a esa casa tuya que está justo
doblando por las ruinas de un amor que ya olvidaste
y justo al frente de tu sonrisa.
Siempre me duele algo por dentro.
Siempre me deshago en los berrinches.
Siempre se me olvida guardar la última vez que nos vimos
y sonrío.
Siempre he sido admiradora de los “para siempre”
Siempre he soñado en construir uno
Siempre me he equivocado de sujeto
y confundo los objetos
Siempre olvido arrojarme al vacío
y termino en el abismo que está debajo de las sábanas.
Siempre se me olvida lo que me dijiste de los siempre:
No existen más que en la medida en que existas
después de ti
ya no hay para siempres.


Escrito en 2016.

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